Tal y como indicamos en el post anterior, la transformación digital de una empresa afecta directamente a su modelo de negocio y por lo tanto deben revisarse como podemos mejorar la experiencia del cliente con la ayuda de las nuevas herramientas tecnológicas.

Existen 4 fases diferenciadas según la madurez tecnológica de las empresas y por lo tanto indican su nivel de digitalización:

Una primera fase, la empresa estudia y rediseña los procesos internos y los optimiza con herramientas digitales.

Una segunda fase, donde se revisan los puntos de contacto i satisfacción con el cliente, y se optimizan las herramientas anteriormente implementadas.

La tercera fase pasa por definir nuevos productos y servicios paralelos a nuestro negocio actual. En este punto se deben considerar si es interesante la apertura de nuevos canales. La apertura de un nuevo canal, es un nuevo negocio, donde debemos tener en cuenta todos los aspectos que debemos ofrecer a nuestro cliente digital, Servicio posventa, logística, plazo de entrega, facturas, marketing online, devoluciones, imagen corporativa… y además debe estar integrada a estrategia global de la empresa, teniendo en cuenta los posibles conflictos de canal, tanto en precio como en servicios.

La cuarta fase de digitalización son los modelos disrruptivos, son modelos que se basan en otra manera de entender el negocio, ya tienen innatas las tres primeras fases, y por lo tanto disponen de una ventaja competitiva frente a los modelos de negocio habituales.