La transformación digital una nueva oportunidad de mejorar tu negocio.
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En los años 80 para mejorar la competitividad de la mayoría de empresas se implantaron las normativas de calidad ISO 900X, esta certificación era un motor de cambio que ayudo a revisar y mejorar, no sin esfuerzo, los procesos internos de la empresa.
En los años 90, la aparición de herramientas tecnológicas de gestión integral o ERP (Enterprise Resource Planning) ofrecía a las empresas un modelo informático para enlazar todos los procesos internos la empresa, empezando por compras, logística y almacén, ventas, contabilidad e incluso producción. Sin duda fue otro motor de cambio que obligaba a la empresa a replantearse los métodos y procesos que había desarrollado de forma natural durante los años. Normalmente era la empresa quien se adaptaba a la herramienta de gestión, imponiendo sus métodos y procesos, por lo que el cambio era muy traumático.
Estos dos motores de cambio eran una decisión de la dirección y en la mayoría de casos eran opcionales, o sea, era el responsable de la empresa quien decidía si quería introducir estos modelos de cambio o simplemente los ignoraba. Con la entrada de las nuevas tecnologías e internet aparecen nuevos modelos de negocio disruptivos que afectan a cualquier sector, obligando a las empresas a replantear su modelo estratégico, poniendo aún más al cliente en el centro del negocio y utilizando las nuevas herramientas tecnológicas para mejorar su experiencia como cliente, las empresas que adapten su modelo de negocio teniendo en cuenta las nuevas tecnologías son menos competitivos e incluso pueden llegar a desaparecer en breve, por lo tanto esta transformación ya no es opcional y cualquier empresa debe realizarla tarde o temprano dependiendo de la madurez tecnológica de cada sector y canal.
No hay que confundir la implantación de herramientas como CRM, ERP, BI, CLOUD, E-COMMERCE, WEB, APP’S con un proceso de transformación digital. Muchos directivos creen que implantando herramientas como el Big data o un CRM ya son suficientes para mejorar el resultado de la empresa y actualizarla tecnológicamente, nada más lejos de la realidad. La implantación de herramientas tecnológicas de forma puntual, mejoran la gestión de uno o varios departamentos, dotándolos de nuevas herramientas e información para la toma de decisiones para posteriores acciones con sus clientes, pero no es un proceso completo de transformación digital.
El proceso de transformación digital es mucho más profundo de lo que inicialmente se cree. La transformación digital tiene que tener como objetivo rediseñar el modelo de negocio actual consiguiendo la mejor satisfacción del cliente apoyándose en las nuevas herramientas tecnológicas.