¿Crisis o el futuro actual ?
La crisis no ha enseñado a adaptarnos a diferentes situaciones y exigencias tanto de nuestros clientes como de nuestras empresas, donde aportar valor con nuestra experiencia y trabajo constante son la única alternativa. Se acabaron los tiempos en que cumplir con un horario y esperar que acabe la jornada era suficiente. Ya no es una opción esperar que nuestros clientes vengan a comprar, sino que debemos mejorar tanto la competitividad de producto como nuestro servicio al cliente, atrayéndole o si es necesario acercándonos a él.
Dejar que nuestros clientes se lleven una mala experiencia de producto o servicio, y esperar que nos digan como mejorar se ha acabado, sólo las empresas que se preocupen realmente por la excelencia de producto y de sus clientes seguirán en un mercado de crisis continua donde las nuevas tecnologías y concentración de sectores hacen cada vez mas difícil competir.